El reencuentro con amigos, el saber de ellos y poder tener por lo menos un poco de su presencia hace que los recuerdos se abran de nuevo, que habiten los espacios, esos espacios se reconstruyen. La arquitectura se pliega en la medida de los pensamientos, se construye y se reconstruye. Especialmente la arquitectura que es la conexión con el tiempo subjetivo.
Las pinturas como la arquitectura se construyen enlazando esos espacios y esas conexiones que el espectador va terminando de armar.
La propuesta es que ese tiempo sea hoy. Aquí y ahora.
Conflicto de corazón.
Óleo-tela.
130x180cm.
2005.
Respiración-encuentre.
Acrílico y óleo-tela.
124x160cm.
2005.
Monolito.
2005.
Desaparecido.
Las fauces de Tiempo.
Óleo-tela.
130x150cm.
2005.
Arboles.
Óleo-tela.
130x150cm.
2005.
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